Consejos para facilitar la autorrendición de cuentas
Existen algunos métodos que ayudarán a la persona a rendirse cuentas a sí misma y harán más fácil ese proceso, ellos son los siguientes:
1. Saber que mientras más esfuerzo se haga por pedir cuentas a su alma en este mundo, más aliviado será en el más allá. Del mismo modos, mientras más negligente sea en rendirse cuentas a sí mismo en este mundo, más severa será su rendición de cuentas en el más allá.
2. Saber que las recompensa de la autorrendición de cuentas está en el Firdaws (el nivel más elevado del Paraíso), contemplado en Noble Rostro de Al-lah, el Todopoderoso, y disfrutando de la compañía de los Profetas y los virtuosos.
3. Visualizando las serias consecuencias de pasar por alto la autorrendición de cunetas, como el castigo del Infierno, la privación de contemplar el Noble Rostro de Al-lah, Glorificado sea, y estar con los malvados, los incrédulos y los desviados.
4. Buscar la compañía de la gente buena que se autocuestiona y nos dicen nuestros defectos, y mantenerse alejado de otros que no son así.
5. Observar atentamente las historias de aquellos que fueron diligente a la hora de autocuestionarse y aprender sobre nuestros predecesores virtuosos.
6. Visitar las tumbas y reflexionar sobre la condición de los muertos, que han quedado desamparados y ya no pueden pedir cuentas a sus almas o rectificar sus faltas.
7. Asistir a los círculos de conocimiento y lecciones de amonestación, ya que estas llaman a las personas a examinar sus almas.
8. Realizar oraciones voluntarias nocturnas, recitar el Corán y hacer muchas otras obras piadosas, las cuales acercan a las personas a Al-lah, Glorificado sea.
9. Mantenerse alejado de los lugares de diversión y distracciones, porque ellos hacen que uno se olvide de observar la autorrendición de cuentas.
10. Adherirse al recuerdo y la mención de Al-lah, el Todopoderoso, e invocarlo para para tener una mayor consciencia de Al-lah y ser guiado hacia todo lo bueno.
11. No sentirse muy seguro ni depositar toda la confianza en uno mismo, ya que esto hace que uno se olvide de examinar su situación y que no sea capaz de reconocer sus defectos.
¿Cómo se puede realizar la autorrendición de cuentas?
Se puede realizar la autorrendición de cuentas de la siguiente manera:
1. Se debe comenzar primeramente examinando su forma de realizar sus deberes obligatorios, y si se encuentra defectos en ello, tiene que rectificarlos.
2. Se deben examinar los asuntos prohibidos. Si encuentra que ha transgredido las líneas rojas de aquellos asuntos prohibidos, entonces la persona debe arrepentirse, buscar el perdón, y realizar más buenas obras para así expiar las malas.
3. Se debe examinar toda acción realizada por cada parte del cuerpo, como las acciones de la lengua, los pies, las manos, los ojos y los oídos. Hay que autorreprocharse el por qué, por causa de quién y cómo las realizó.
4. Hay que pedirse cuentas a sí mismo por su descuido y negligencia y rectificar esas cosas con el recuerdo de Al-lah, Glorificado sea, y realizar muchas buenas obras.
Los considerables beneficios de la autorrendición de cuentas
1. Reconocer los defectos y errores en el propio carácter. De hecho, nadie puede ser capaz de deshacerse de los defectos de su carácter si antes no los reconoce.
2. El arrepentimiento, el remordimiento y la rectificación de esos errores antes de que sea demasiado tarde.
3. Ser consciente de los derechos de Al-lah, Glorificado sea, porque la autorrendición de cuentas se basa principalmente en autorreprocharse por la negligencia en observar los derechos de Al-lah, el Todopoderoso.
4. Completa sumisión y humildad del siervo ante su Señor, El más Exaltado y Glorificado.
5. Reconocer la generosidad, el perdón y la misericordia de Al-lah, el Todopoderoso, hacia Sus siervos, porque Él les dio un respiro y retrasó su castigo, a pesar de sus detestables pecados y malas acciones.
6. Esforzarse por realizar muchas obras de bien y renunciar a la desobediencia, de ese modo la autorrendición de cuentas será mucho más fácil.
7. Restablecer los derechos o devolver la propiedad que se haya tomado equivocadamente de sus dueños, deshacerse del odio y la envidia, y adquirir características nobles. Tal es el beneficio más fructífero del asunto de la autorrendición de cuentas.
Recuerda: La vida es demasiado corta, y el tiempo que mal gastamos nunca podrá ser recuperado.
Abu Ad-Darda’, que Al-lah Esté complacido con él, dijo:
“La vida del hombre no es sino días. Cuando un día pasa, una parte de la vida del hombre también pasa. Por eso, jóvenes que están en los veinte años, observen cómo muchos de sus compañeros ya han fallecido, ¡y ustedes aún están allí! Y quienes están en sus treinta años, que están perdiendo su juventud, ¿cómo es que no se arrepienten por nada? Y aquellos que están en sus cuarenta años, la juventud los ha abandonado y aún continúan dejándose caer en la diversión. Y quienes están en sus cincuenta años, ya tienen medio siglo de edad, pero continúan haciéndose daño a sí mismos. Y quienes están en sus sesenta años, ya se encuentran en el umbral de la muerte, y aún continúan sucumbiendo ante las tentaciones de este mundo. ¡Ciertamente, han sido de los transgresores!”
Ríndete cuentas a ti mismo antes de que seas llamado a rendir cuentas (Parte 1)