Las formas en que los idólatras se opusieron a la Da‘wah Islámica - I

08/01/2009| IslamWeb

 La oposición de Quraysh ante la prédica pública del Islam

Desde que el Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, divulgó su Da‘wah al público y declaró a su gente que lo que habían heredado de sus padres y abuelos era una desviación, explotaron los sentimientos de ira de la gente de la Meca. Quedaron diez años considerando a los musulmanes como desobedientes y rebeldes contra la religión de sus padres y abuelos. Así pues, Quraysh vio que tenían que hacer frente a esta Da‘wah que vino para ridiculizar sus mentalidad, insultar a sus dioses y eliminar su liderazgo.

Por lo tanto, decidieron luchar contra el Islam, perjudicar a quien lo abrazara y limitar su divulgación. Para lograr eso tomaron varias medidas, entre ellas están las siguientes:
La ridiculización y la burla del Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, y de su Mensaje, echarle varias acusaciones y descripciones con la intención de alejar a la gente de él, separar a los creyentes de él y debilitar sus fuerzas. Así, a veces le acusaban de la locura, Al-lah, Glorificado sea, Dice (lo que se interpreta en español): {Y han dicho: Tú, a quien le ha descendido el Recuerdo, realmente eres un poseso.} [Corán15:6] Otras le acusaron de ser mago y mentiroso, Al-lah, Alabado Sea, Dice (lo que se interpreta en español): {Se extrañan de que les haya llegado un advertidor que es uno de ellos; y dicen los que se niegan a creer: Este es un mago farsante.} [Corán 38:4], y otras de ser poeta y adivino. Y otras veces se burlaban de sus Compañeros, los cuales no tenían poder, y los convertían en tema de risa y ridiculización, diciendo como se cuenta en la aleya (lo que se interpreta en español): {¿Son éstos a quienes Al-lah Ha favorecido de entre nosotros?} [Corán 6:53]
También uno de sus métodos era la guerra propagandística, enfrascada en deformar las enseñanzas del Islam, provocar las sospechas y alegaciones maliciosas acerca de él, para que los demás no tuvieran la oportunidad de pensar en esta Da‘wah, ni mucho menos aceptarla. Los Quraysh dijeron acerca del Corán (lo que se interpreta en español): 

Plantearon alegaciones maliciosas acerca de la cuestión de la fe y la resurrección después de la muerte diciendo como cuenta la aleya (lo que se interpreta en español): {¿Acaso cuando estemos muertos y seamos tierra y huesos vamos a ser devueltos a la vida? ¿Y nuestros primeros padres?} [Corán 37:16-17] Decían también a modo de ironía y negación de la idea, como está mencionado en la aleya (lo que se interpreta en español): {¿Queréis que os enseñemos a un hombre que os anuncia que cuando os hayáis quedado reducidos a polvo seréis creados de nuevo?} [Corán 34:7],

También lanzaban dudas acerca del Mensaje del Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, pretendiendo que la posición de la Profecía y el Mensaje es demasiado importante y grandiosa para ser concedida a un ser humano, diciendo lo expresado en las aleyas (lo que se interpreta en español):  

Aparte de otras alegaciones maliciosas y sospechas que el Corán ha mencionado, y a las cuales responde de modo que convence a cada persona razonable y hace callarse a cada alegador.

De las medidas que adoptaron también para luchar contra Ad-Da‘wah, fue alejar a la gente para no que no escuchen el Corán, comparándolo con las fábulas de los antiguos. Así que, trataban impedir, de todas las maneras posibles, que la gente escuche el Corán y provocaban el desorden y ruido cada vez que el Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, lo recitaba para que los curiosos no pudieran escucharlo. Al-lah, Glorificado Sea, Dice (lo que se interpreta en español): {Y dicen los que se niegan a creer: no escuchéis esta Recitación, intentad desviar de ella la atención y puede que venzáis.} [Corán 41:26]

Los historiadores de Sirah mencionaron que Al-Nadr ibn Al Hariz dijo una vez a Quraysh: “¡Oh gente de Quraysh! Juro por Al-lah que os ha tocado una gran calamidad, para la cual todavía no tenéis ninguna solución; cuando Muhammad, era un muchacho, era la persona que de la que más se aceptaban sus dichos y hechos, el más sincero y el que más guardaba las encomiendas entre vosotros, y ahora después de que se ha vuelto mayor de edad y os avisó de aquello a lo que invita, decís: ‘Es un brujo.’ Juro por Al-lah que no lo es.” Luego enumeró lo que decían sobre él y dijo: “Tampoco es loco ni poeta.”

Luego fue a Al Hirah (una ciudad cerca de Mesopotamia) y allí aprendió las historias de los reyes persas y de otros. Y así, cada vez que el Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam,se sentaba para llamar al camino de Al-lah, venía después de él An-Nadr diciendo a la gente: “Juro por Al-lah que Muhammad no habla mejor que yo,” luego empezaba a contarle a la gente acerca de los reyes de Persia, las fábulas de Rustum y Isfandiyar y luego decía: ¿Qué dice Muhammad, pues, que sea mejor que lo que digo?

 

www.islamweb.net