El encuentro de Heraclio con el Islam (Parte 2)

03/04/2009| IslamWeb

Un sub narrador agregó: “Ibn An-Nazur era el gobernador de Jerusalén y Heraclio era el líder de los cristianos de Sham, ambos eran eruditos cristianos que eran muy bien instruidos sobre su religión. Ibn An-Nazur narró que una vez, mientras Heraclio estaba visitando Jerusalén, se levantó una mañana deprimido y de mal humor. Uno de sus sacerdotes le preguntó por qué estaba de ese humor. Heraclio era adivino y astrólogo, y respondió: ‘Una noche, cuando miraba las estrellas, vi que el líder de aquellos que practican la circuncisión había aparecido (es decir, se habían vuelto conquistadores). ¿Quiénes son esa gente que practican la circuncisión?’ El sacerdote respondió: ‘Nadie excepto los judíos practican la circuncisión, por tanto, no debes tener temor de ellos. Solo es cuestión de ordenar matar a todo judío presente en el país’. 

Mientras estaban discutiendo esto, fue traído un mensajero enviado por el rey de Ghassan para transmitir las noticias del Mensajero de Al-lah. Habiendo escuchado las noticias, él (Heraclio) ordenó a la gente ir y ver si el mensajero enviado por Ghassan estaba circuncidado. La gente, luego de verlo, le dijo a Heraclio que ciertamente estaba circuncidado. Heraclio entonces le preguntó acerca de los árabes en general, el mensajero respondió: ‘Los árabes también practican la circuncisión’.
 
Después de escuchar esto, Heraclio remarcó que la soberanía de los árabes había aparecido. Heraclio entonces escribió una carta a sus amigos en Roma, quienes eran tan instruidos como él. Luego Heraclio se fue, dirigiéndose hacia Hims (un pueblo en Siria) y permaneciendo allí hasta que recibió la respuesta a una carta que había enviado a uno de sus amigos investigando sobre la aparición del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, –su amigo estuvo de acuerdo con él en que se trataba de la aparición de un verdadero Profeta. Con eso, Heraclio invitó a todos los líderes de los bizantinos a reunirse en su palacio de Hims. Cuando se reunieron, él ordenó que todas las puertas del palacio se cerraran. Entonces, salió y dijo: ‘¡Oh, bizantinos! Si desean el éxito y buscan la guía correcta, y desean que vuestros imperios permanezcan, entonces den un juramente de lealtad a este Profeta (es decir, abracen el Islam)’.
 
(Al escuchar el punto de vista de Heraclio) la gente corrió hacia las puertas del palacio como bestias salvajes, pero las encontraron cerradas. Heraclio entonces se dio cuenta del desprecio que ellos sentían por el Islam, y cuando perdió la esperanza de que lo aceptaran, ordenó que fuesen traídos ante él. (Cuando regresaron) él dijo: ‘Lo que dije fue solo para probar la fortaleza de vuestra convicción sobre vuestra religión, y la he visto’. La gente entonces se postró ante él y estaban muy complacidos, y esta es la historia de Heraclio (respecto a su fe)”. [Al Bujari]
 
Esta historia también fue reportada por el Imam Muslim, At-Tirmidhi, Abu Dawud y Ahmad, que Al-lah les Dé Su perdón, con unas pequeñas variaciones que aclaran ciertos temas en el mensaje enviado por el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, a Heraclio.
 

Las variaciones en algunas de estas narraciones sostienen que el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, le dio a Heraclio tres opciones, las cuales este transmitió a sus sacerdotes y líderes del ejército: “Este hombre es un Mensajero y ha enviado una carta dándoles tres opciones: seguir su religión, aceptar pagar impuestos a cambio de que les permita permanecer en su fe o que se prepararan para la guerra en su contra”. Su gente gritó airadamente: “Nunca lo seguiremos ni dejaremos la religión de nuestros antepasados ni le pagaremos ningún impuesto, sino que más bien pelearemos con él”. Luego de esto, Heraclio buscó a un hombre que supiera árabe, así le enviaron uno de los hombres de Ibn Al Jaizam. Heraclio lo envió con una respuesta al Mensajero, sallallahu ‘alayhi wa sallam. El Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, invitó al mensajero de Heraclio al Islam, pero él se negó a abandonar la religión de su gente; luego de escuchar su negativa, el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, sonrió y recitó el verso (que se interpreta en español): {Por cierto que tú [¡Oh, Muhammad!] no puedes guiar a quien amas, sino que Al-lah Guía a quien Él quiere…} [Corán 28:56] Este mensajero de Heraclio fue ante el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, mientras estaba en Tabuk, por tanto, el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, le dijo: “Eres nuestro invitado, pero has venido a nosotros mientras estamos afuera y no tenemos nada para ofrecerte” (esto era porque ellos estaban viajando y no tenían nada para darle). ‘Uzman, que Al-lah Esté complacido con él, dijo: “Le regalaré un vestuario de dos piezas (de ropa)”. Y Otro hombre de los Ansar, que Al-lah Esté complacido con ellos, ofreció darle algo de comida.

El encuentro de Heraclio con el Islam (Parte 1)

El encuentro de Heraclio con el Islam (Parte 3)

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