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La importancia del tiempo en la vida del musulmán

La importancia del tiempo en la vida del musulmán

Todo, cuando se pierde, se puede recuperar, excepto el tiempo. Si se pierde, no hay esperanza de recuperarlo. Es por eso que es lo más preciado que se puede poseer en esta vida.
El Islam es una religión que reconoce la importancia del tiempo y aprecia su seriedad. Al-lah Todopoderoso dice: {En la sucesión de la noche y el día, y en lo que Dios ha creado en los cielos y en la Tierra hay signos para la gente piadosa} [Corán 10:6].
El Islam distribuyó sus grandes actos de culto durante el día y las estaciones del año para formar un sistema exacto y preciso que organiza la vida islámica y la mide con minutos, desde el amanecer hasta el atardecer. Al lah Todopoderoso dice: {Así que glorifiquen a Dios al anochecer y al amanecer. Él merece ser alabado en los cielos y en la Tierra, [alábenlo] por la tarde y al mediodía} [Corán 30:17-18].
El tiempo de vida del hombre es su enorme capital, sobre el cual se le preguntará en el Día del Juicio. Se le interrogará cómo lo gastó y cómo lo manejó. Se narró en Yami’ At-Tirmidhi que el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “Los pies de un siervo de Al-lah no se moverán en el Día del Juicio hasta que haya sido cuestionado sobre cuatro cosas: su vida y cómo la gastó, su juventud y cómo la consumió; su riqueza, de dónde la ganó y cómo la gastó, y su conocimiento y qué hizo con él”.
El tiempo tiene características que son específicas. Entre ellas las siguientes:
• Su paso rápido: El tiempo pasa como las nubes. No importa cuánto tiempo viva el hombre en este mundo, su vida es corta, ya que la muerte es el final de toda criatura viviente. Cuando a Noé, la paz esa con él, se le preguntó: “¡Profeta viviente más antiguo!, ¿cómo encontraste este mundo?”; dijo: “Es como una casa que tiene dos puertas. Entré por una de ellas y salí por la otra”. Esto es lo que el Corán expresa al mencionar lo corta que le parecerá a uno su vida al morir y en el día del Juicio Final. Al-lah Todopoderoso dice: {El día que lo vean suceder, les parecerá haber permanecido en la vida mundanal solo el tiempo equivalente a una tarde o una mañana} [Corán 79:46].
• Lo que se va (ocurre) ya no regresa y no puede ser compensado: cada día, hora o momento que pase no puede ser recuperado y, por lo tanto, no puede ser compensado. Este significado fue expresado por Al Hasan Al Basri, que Al-lah lo tenga en Su misericordia, cuando dijo: “Cada día llama, diciendo: ‘¡Hijo de Adán!, soy una nueva creación y soy testigo de tus acciones, así que toma las provisiones de mí, porque si paso no regreso hasta el Día del Juicio”.
• Es lo más preciado que el hombre puede poseer: la belleza del tiempo se atribuye al hecho de que es el que contiene todas las acciones. De hecho, es el verdadero capital del hombre, ya sea el individuo o la sociedad. El tiempo no es solo oro, como dice el proverbio común, sino que es más precioso que el oro, las perlas y el coral. El tiempo es vida. De hecho, la vida del hombre no es más que el tiempo que se le da desde el día de su nacimiento hasta el día de su muerte. Al Hasan Al Basri, que Al-lah lo tenga en Su misericordia, dijo: “¡Hijo de Adán!, de hecho, no eres más que algunos días... Cada vez que un día perece, una parte de ti perece. Por eso deberíamos estar interesados en beneficiarnos del tiempo”. Omar Ibn Abdul Aziz, que Al-lah lo tenga en Su misericordia, dijo: “La noche y el día te consumen, así que consúmelos”. Al Hasan Al Basri, que Al-lah lo tenga en Su misericordia, dijo: “Vi a mucha gente que estaba más entusiasmada con su tiempo que tú con tu dinero”. Omar Ibn Al Jattab, que Al-lah esté complacido con él, solía golpearse los pies con su látigo cuando llegaba la noche, diciéndose a sí mismo: “¿Qué han hecho hoy?”.
Una de las bendiciones con las que la gente es más descuidada, ingrata e ignorante de su valor, es la bendición del tiempo. Está narrado bajo la autoridad de Ibn Abas, que Al-lah esté complacido con él, que el Profeta Muhammad, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “Hay dos bendiciones en las que muchas personas incurren en pérdida: la salud y tiempo libre” (Al Bujari).
Es por eso que a los predecesores les disgustaba que un hombre estuviera libre y no preocupado por los asuntos de su religión o los de su vida mundana. Omar Ibn Al Jattab, que Al-lah esté complacido con él, dijo: “No me gusta que un hombre esté libre y no esté preocupado por el tema de su religión o de su vida mundana”. No hay duda de que el hombre ama la vida y ama vivir mucho, o más bien para siempre, si pudiera. La larga vida es considerada una de las bendiciones de Al-lah Todopoderoso, si uno la usa para apoyar la verdad y hacer obras rectas. At-Tirmidhi narró que se le preguntó al Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él: “¿Cuál de las personas es mejor?”. Dijo: “El que vive una vida larga y hace obras rectas”.
La verdad es que la vida real del hombre no son los años que pasa desde el día de su nacimiento hasta el día de su muerte. Más bien, su edad real está determinada de acuerdo con las buenas acciones que Al-lah Todopoderoso le ha registrado. Abdul-lah Ibn Masud, que Al-lah esté complacido con él, dijo: “Nunca me arrepiento de algo como me arrepiento de un día cuyo sol se ha puesto, en el que mi vida disminuyó y mis buenas acciones no aumentaron”.

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