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La importancia de cumplir las promesas (Parte 1)

La importancia de cumplir las promesas (Parte 1)

 

 

El Imam llegó. La novia y el novio están emocionados. Los padres están ansiosos. Y solo con unas cuantas palabras, este hombre y esta mujer se convierten es marido y mujer ante los Ojos de Al-lah y la sociedad. Las palabras especiales que transforman a estos individuos simples en una hermosa pareja: “Yo te desposo de acuerdo con el Libro de Al-lah y la Sunnah de Su Mensajero”. Pero, ¿somos realmente conscientes de lo que estamos prometiendo cuando declaramos esta frase que cambia la vida?

 Estamos jurando vivir por los principios establecidos en el Corán, el cual nos explica que el matrimonio es una de las señales de Al-lah: {Y entre Sus signos está haberos creado esposas de entre vosotros para que encontréis en ellas sosiego, y puso entre vosotros amor y misericordia. Por cierto que en esto hay signos para quienes reflexionan.} [Corán 30:21]

¿Realmente vivimos a la altura de nuestro compromiso de mantener la tranquilidad y satisfacción al tratarnos mutuamente con bondad, consideración y paciencia? ¿O romperemos nuestro juramento con juicios apresurados e inmisericordes, emitidos sin pensar y por enojo? ¿Alimentaremos el amor en nuestra relación mediante simples y cotidianos actos de compasión? ¿O abandonaremos al amor, descuidándolo al no dar suficiente tiempo y esfuerzo para hacer que nuestros matrimonios perduren fortalecidos por el amor?

 Una de las mejores cualidades de una persona y, de hecho, de un musulmán, es tener fe y cumplir sus promesas. ¿Y cómo podría no ser así cuando Al-lah Mencionó estas características como las más importantes de los creyentes en la Surah “Los Creyentes”? La Surah comienza con una afirmación divina de que los creyentes serán exitosos, y luego continúa para mencionar algunas de sus señales o características, incluyendo la humildad en sus Salat, evitar las conversaciones vanas, la constancia en la caridad y la abstención del adulterio. Inmediatamente después de esto, dice (lo que se interpreta en español): {[También triunfarán quienes] Devuelvan los depósitos que se les confían y respeten los acuerdos que celebran.} [Corán 23:8] La recompensa de mantener estas características, entre las cuales está la fidelidad, no es otra sino el Paraíso: {Todos éstos serán quienes heredarán el Paraíso, en el que morarán eternamente.} [Corán 23:10-11]

 ¿Qué es la fidelidad?

La fidelidad implica cumplir nuestros juramentos y compromisos como musulmanes y creyentes, para implementar las enseñanzas del Corán y la Sunnah en nuestras vidas. Esto incluye la oración, el ayuno, dar caridad, y todas las otras obligaciones que Al-lah nos Ha impuesto. De hecho, los eruditos han dicho que la fidelidad abarca todo lo que se nos ha confiado, incluyendo nuestros cuerpos, con los que           Al-lah nos Elogió, lo cual significa que no debemos usar nuestros cuerpos para cometer pecados o acciones que provoquen la Ira de Al-lah. De esto podemos ver que la fidelidad no debe ser simplemente comprendida como relacionada con la confianza y los compromisos. Los Compañeros del Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, comprendieron el alcance de la fidelidad. Se reporta que Ibn Mas’ud dijo: “La fidelidad es realizar tu Salat, dar tu Zakat, ayunar en Ramadán, realizar el Hayy, ser honesto en tu hablar, pagar tus deudas, ser justo al comprar y vender, y devolver lo que te confiaron”.

 Puede ser abrumador pensar que cada palabra que pronunciamos es una promesa, pero después de todo, este es el carácter del creyente. No cumplir nuestras promesas constituye uno de los rasgos de un hipócrita. El Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, describió esto diciendo: “Las señales del hipócrita son tres: si habla, no dice la verdad; si promete, no cumple; si se le confía algo, traiciona”.

Por lo tanto, cuando decimos que llegaremos a una reunión a las 6 p.m., pero decidimos no llegar hasta las 6:30, en esencia estamos rompiendo nuestra promesa, sobre lo que Al-lah nos Amonesta: {…Cumplid con vuestros compromisos, porque se os interrogará por ellos.} [Corán 17:34] Personalmente, me molesta mucho cuando yo llego a algún evento o reunión a tiempo y las otras partes llegan 15, 20 o 30 minutos tarde.

Del mismo modo, me incomoda mucho cuando no puedo llegar a una cita a tiempo, especialmente cuando, sobre todo sabiendo que esto no es solo una forma de romper nuestras promesas, sino que además puede ser una señal de kiber o arrogancia. Esto porque la persona que llega tarde podría pensar que es mejor que las demás y por eso tiene el privilegio de llegar más tarde que los otros, lo cual, al final de cuentas, es un signo de orgullo excesivo.


La importancia de cumplir las promesas (Parte 2)

 

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